Carta de Cándido Conde-Pumpido

Como sabemos, la Constitución de 1978 configura a España, en su artículo 1, como un “Estado social y democrático de Derecho” que se erige sobre los valores superiores de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. En aplicación de tales valores, y desde la plena conciencia de su supremacía normativa, nuestra Carta Magna ha conseguido a lo largo de los últimos cuarenta años democratizar las relaciones entre la sociedad y el aparato estatal, crear una España solidaria basada en el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas, e impulsar un modelo de descentralización jurídica y política señero en el mundo.
En tal sentido, los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas españolas cobran una especial relevancia, en tanto que parte esencial del denominado “bloque de constitucionalidad”, puesto que permiten a cabalidad el adecuado cumplimiento del artículo 2 de la Constitución, que nos llama a conjugar “la indisoluble unidad de la Nación española” con “el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran”.
En esta línea, el Tribunal Constitucional, imprescindible también para la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos y ciudadanas y para el control de constitucionalidad de las leyes, ha resultado históricamente uno de los grandes valedores del proceso descentralizador.
En efecto, como el Tribunal Constitucional recordó en su célebre y temprana sentencia 76/1983, de decisiva importancia para dicho proceso, el régimen autonómico se caracteriza por un equilibrio entre la homogeneidad y diversidad del estatus jurídico público de las entidades territoriales que lo integran. Sin la primera, no habría unidad ni integración en el conjunto estatal; sin la segunda, no existiría verdadera pluralidad ni capacidad de autogobierno, notas que caracterizan al Estado de las autonomías.
A la luz de estas reflexiones, felicito encarecidamente a la Comunidad Autónoma de Extremadura por el 40º Aniversario de la aprobación de su Estatuto de Autonomía en tanto que “expresión de su identidad regional histórica y de la voluntad democrática de los extremeños”.
Sin duda el Estatuto de Autonomía cuyo cumpleaños en 2023 celebramos ha permitido el avance de su sociedad gracias al autogobierno, redundando, de esta forma, en beneficio del conjunto de España.
Constitución y Estatuto de Autonomía constituyen, por ello, tanto para Extremadura en particular como para España en general, las condiciones sine qua non que han permitido el mayor periodo de libertad, prosperidad, seguridad y concordia de nuestra historia, facilitando además nuestro definitivo anclaje en Europa, de la mano de la completa integración en el seno de la Unión Europea.
Cándido Conde-Pumpido
Presidente del Tribunal Constitucional